jueves, 11 de marzo de 2010

Política y estupidez...

"Hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana... Y de lo del universo no estoy seguro."

Recordaba ayer este celebérrimo adagio de Albert Einstein, que también mencioné en una entrada anterior. Y es que la estupidez humana no deja de sorprenderme. Sobre todo la estupidez entre los políticos. Esa no tiene parangón y el concepto de infinito se me antoja pequeño para abarcarla en toda su extensión.

En el instante mismo en que los políticos se plantean ir de modernos, graciosos, amigables o cercanos, imaginativos o creativos, el mundo entero puede echarse a temblar. Repentinamente se ponen a hablar con acento mexicano, ponen los pies sobre las mesas fumándose un puro, se enfundan una camiseta de la selección y nos deleitan con su cantarina voz, se montan en bicicleta y nos "demuestran" su ecologismo mientras la ristra de cochazos oficiales los sigue a escasa distancia, se colocan el casco en una obra o en una fábrica y la recorren con cara de entendidos molestando a todo el mundo... Y por fin, se les ocurren actos para conmemorar y celebrar el "Día de la mujer trabajadora" el pasado lunes 8 de marzo.


Aunque resulte absolutamente increíble, el de la foto superior no es un payaso de feria (o quizá sí) jaleando a los viandantes durante la actuación de un grupo de animación callejera. ¡Es nada más y nada menos que el conselleiro de Economía e Industria de la Xunta de Galicia, D. Javier Guerra Fernández (del Partido Popular), en un acto de "homenaje" a las mujeres trabajadoras!... ¡Y tres días después sigue siendo responsable de esa Consellería de la Xunta de Galicia!... ¡Ni ha dimitido, ni lo piensa hacer!... ¡Nadie lo ha cesado, ni lo piensa hacer!...

La estupidez de este insigne político pasará a los anales de la historia como un récord mundial sumamente difícil de batir. Disfrazarse con esos globos semejando una falda, una cofia, un cubo, una fregona y una plancha (que es lo que llevaba en el interior del cubo), dan una idea clara de lo que este "impresentable" (primera palabra de mi dueña y señora al ver la foto) piensa del trabajo de las mujeres. "¡Me siento gravemente ofendida como mujer!". Esa ha sido la segunda frase que ha conseguido articular mi amor, sin poder quitar la cara de cabreo que le ha provocado la "gracia" de este gobernante de una comunidad autónoma, cuya Economía e Industria no se merecen la vergüenza de estar en manos de semejante individuo.

Aunque yo no soy mujer, me siento también gravemente ofendido como hombre, al constatar que aún existen "hombres" como este que, a todas luces, desprecian y se mofan del imprescindible papel de la mujer, no solo en el mundo laboral, sino en todos los ámbitos de la sociedad humana.

¡Pues no acabó ahí mi sorpresa, aún quedaba más! ¡El sujeto afirma que protagonizar el acto, preparado por un animador al que habían contratado al efecto, resaltó su "compromiso por la igualdad" de las mujeres! ¡Y sus compañeras políticas, del Partido Popular, no solo lo justifican, sino que lo aplauden!

¡Joder qué país, joder qué país, joder qué país!

P.S. La fotografía la he obtenido de web de la Cadena Ser.