jueves, 29 de abril de 2010

Los fantasmas...

Con lo fácil que es moverse en este espacio tridimensional que nos envuelve... ¿Por qué no se nos concedió la misma facilidad para movernos en el tiempo hacia adelante y hacia atrás?

El tiempo que yendo siempre hacia adelante nos consume sin remedio. El tiempo en el que el "si hubiese podido o sabido, hubiese hecho o dejado de hacer" es la quimera más inalcanzable. El tiempo que, combinado con la memoria, nos deja jodidos sin consuelo cuando la segunda se empeña en recordar errores pasados...

Tiempo y memoria que nos convierten en fantasmas vagando por el mundo. Fantasmas que hoy estamos y mañana no estaremos. Presencias transparentes en continuo cambio... Ilusos intentando tocar la Luna...


P.S. La fotografía, que por cierto es una sola toma y sin Photoshop, la tomé en Orozko, Vizcaya, la noche del pasado 24 de abril.

domingo, 18 de abril de 2010

¡Saldré de la edad oscura!...

Recuerdo que cuando estudiaba el BUP de entonces (parece que fue cuando los dinosaurios dominaban la Tierra), el profesor de inglés nos urgía a "vivir" en inglés cada minuto de sus clases como única forma de aprender ese idioma. Hasta tal punto que a principio de curso debíamos adjudicarnos un nombre en esa lengua, aunque no tuviese nada que ver con nuestro nombre real, del que tomaba buena nota para llamarnos por él durante el resto del curso... No puedo explicar por qué, pero el nombre que siempre elegí los años que él nos dio clase, fue siempre "Steve".

Dentro de los "Steve" que el mundo ha visto en los últimos años, ha habido uno que ha sobresalido por su arranque y creatividad. Se trata de Seteve Jobs, fundador de Apple y, aunque le pese a Bill Gates, la única persona que fue capaz de vaticinar la generalización en el uso de los ordenadores personales...

Luchó con Microsoft por la supremacía en un mercado que solo él había intuido... Y perdió, aunque sólo por el momento. En una entrevista para Wire en 1996, Steve Jobs no auguraba nada bueno para el mundo de la informática y, textualmente, decía.

"El mercado de los ordenadores personales ha muerto. La innovación ha cesado, virtualmente. Microsoft domina con muy poca innovación. Se acabó. Apple perdió. Ese mercado ha entrado en la Edad Oscura, y va a estar en esa Edad Oscura durante los próximos diez años."

Sólo se equivocó en una cosa, el mercado va a estar bastante más de diez años en la Edad Oscura... Pero yo, desde 1996 hasta ahora me voy a pasar tan solo catorce años en esa edad...
 
Empecé a usar ordenadores para diseño en 1987, y eran Mac, que estaban en el aula de informática de la que disponía la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra. En 1990, con mi carrera recien acabada, entré a formar parte de uno de los dos únicos estudios de Bilbao que hacían los proyectos íntegros por ordenador (planos, cálculo de estrutcturas, mediciones, memorias) y disponían de ploter propio, pero todo en PC con MS-DOS (Microsoft iniciaba su hegemonía). En 1994 me vine a vivir a Sevilla y compré mi primer PC propio, ya con Windows, que con la configuración que yo quería para poder usar los programas de CAD, me costó más de 1.800 euros de entonces. En 2000, montamos el estudio y compramos otros tres ordenadores más, casi a ese mismo precio. En 2004 adquirí mi primer portátil y, cuando se rompieron las bisagras de la pantalla, lo sustituí por el actual en 2008... Y el actual tiene por sistema operativo Windows Vista Home Premium.
 
No hay mayor verdad que "cría fama y échate a dormir", que es lo que en el mundo de la informática lleva haciendo Microsoft en los últimos doce años, desde que el increíble Windows 98 fue sustituido por los nefastos Windows 2000 y demás sucesores...
 
Trabajando con un ordenador todos los días del año no me puedo permitir que me pase lo que me ha vuelto a pasar esta semana... No he contestado ningún correo, ni ningún comentario al blog, ni he escrito entradas nuevas porque llevo media semana sin ordenador...
 
¿Virus? ¿Spyware? ¿Malware? ¡Qué va! ¡Inestabilidad del sistema operativo!
 
Es la quinta vez, en menos de año y medio, que tengo que formatear la partición principal de mi disco duro porque Windows Vista es la mayor mierda que he visto en veintitrés años de experiencia como usuario de informática... Y me he hartado, como ya les ha pasado a buena parte de mis amigos y amigas que, dedicándose al diseño, han desistido del uso del PC.
 
¡Señor Gates, ha conseguido por méritos propios que haga lo que nunca hubiese hecho por cuestión de precio! ¡Salgo de la edad oscura! ¡Me paso a Mac!
 
 
Cinco formateos, con más de tres días de trabajo cada uno para volver a poner todo como estaba, y estar siempre esperando cuándo será el siguiente, han acabado con mi paciencia y me han costado mucho más de que la diferencia en euros que hay entre los PC y los Mac.
 
La semana que viene voy a estudiar la forma más ventajosa de adquirir un Mac y dejar de engordar la cuenta corriente de un tipo que lleva doce años viviendo del cuento...

jueves, 15 de abril de 2010

¿Quién dijo miedo?...

Yo suelo decir que el problema fundamental de las mujeres de mi familia, y también de las de mi familia política, es su grave carencia de personalidad... Lógicamente, lo digo con toda la ironía del mundo porque, como ya escribí en una entrada anterior, son acérrimas defensoras de las estructuras matriarcales y tienen una confianza en sí mismas a toda prueba.

Mi sobrina pequeña, que tiene cuatro años, sigue los pasos de sus antecesoras. Basta como ejemplo la última...

Ayer llegó a su casa comentando contentísima a su madre que se había apuntado al concurso de sevillanas que hay en su cole el próximo martes. Mi cuñada, muy extrañada, le dijo.

- Hija, solo hay un problema... Tú no sabes bailar sevillanas...

A lo que ella respondió convencida...

- Ya lo sé mami, pero de aquí al martes que viene aprendo...

¡Sí, señor! ¿Quién dijo miedo? ¡Esta niña promete!

lunes, 12 de abril de 2010

El teléfono y yo...

Contrariamente a lo que muchísima gente piensa, el teléfono, ese invento demoníaco, no surgió de la cabeza de Alexander Graham Bell (escocés emigrado a EE.UU), sino de la de Antonio Santi Giuseppe Meucci (italiano emigrado a EE.UU).

Este segundo ya disponía en el lejano 1857, construido, instalado y funcionando, de un teléfono fijo que conectaba su despacho con su dormitorio, en la planta superior, en el que debía reposar por largos períodos su mujer enferma de reumatismo. Ingenio le sobraba, pero no así el dinero, por lo que no podía hacer frente a las tasas de la patente y no la registró. Solicitó apoyo económico a una empresa a la que envió el invento. La empresa, que no le prestó atención, tampoco le devolvió el teléfono que, sin que se sepa cómo, acabó en manos de Bell. Tras perfeccionarlo, lo presentó como propio en la oficina de patentes el 14 de febrero de 1876, sólo unas horas antes de Elisha Gray, compatriota suyo, presentase otro modelo similar.
 
Un invento que nació con tantas vicisitudes no podía traer nada bueno... Dividió a las familias y enfrentó a los amigos... Hermanas contra hermanos, madres contra hijos, esposas contra esposos, amigas contra amigos. Las amantes del teléfono contra los que lo odiamos...
 
Para colmo, en 1983, el ingeniero de la empresa Motorola, Rudy Krolopp, bajo la dirección de Martin Cooper, vino a fastidiar aún más el asunto diseñando el primer teléfono celular (o móvil).
 
En 1991 entraba en el estudio de arquitectura a la 7:30 y, con un breve intermedio de apenas hora y media para tomar el menú del día en un local cercano, salía a las 20:30. Los promotores deseaban que dispusiese de un móvil (que entonces sí que era más grande y pesado que un ladrillo) para localizarme en cualquier momento, a lo cual me negué con vehemencia, consiguiendo mi propósito de seguir como hasta entonces...
 
Me vine a vivir a Sevilla y seguí aguantando sin el puñetero móvil hasta 1995, en que sucumbí y compré uno de esos chismes infernales. Y desde entonces el suplicio no ha cesado...
 
Por si no había bastante, vinieron las operadoras de telefonía fija y móvil e inventaron las "tarifas planas"... Si hasta ese instante lo único que cortaba a las amantes de esos endemoniados aparatejos era el coste del tiempo de comunicación, a partir de él, nada las detendría...
 
¡Cómo odio el dichoso teléfono, ya sea fijo o móvil! ¡Cómo odio las primeras e invariables preguntas que te suelen realizar a través de ellos, incluso personas que casi ni te conocen!
 
- ¿Dónde estás? ¿Qué haces?
 
A las que la buena educación impide contestar lo que a uno le saldría de lo profundo.
 
- ¡Qué coño te importa!
 
Si para preservar tu paz e intimidad durante un ratito tenías el infecto bichejo desconectado, la primera pregunta varía.
 
- ¿Qué hacías que el móvil estaba apagado?
 
Y ahora las operadoras amenazan con poner a disposición de todo el mundo las vídeo-llamadas. ¡No, no y no! ¡Me niego! ¡Que se las metan donde les quepan!
 
Encima, los móviles, no llegan a durar ni dos años y hay que ir acumulando puntos para cambiarlos y seguir disponible...
 
Lo único que ha mejorado desde el infausto momento de la invención de estos nefandos artilugios es que ahora incorporan una pequeña pero eficaz cámara que me ha permitido ir plasmando momentos memorables para incorporarlos a mi blog; como este impactante cartel de venta por diviorcio, este ensayo de costaleros, esta muestra de moda urbana, este reloj propiedad de un inconformista... O este anuncio visto a las puertas de un centro educativo de alguien que, aunque afirma ser estudiante, parece que estudia poco, o bien tiene el teclado muy pequeño y le resbalan los dedos entre las teclas...

Pixelizo el móvil por intimidad del anunciante

Luego, algunos decís que soy un peligro con la cámara del móvil... La verdad es que soy una víctima, porque la culpa la tuvieron Meucci, Bell, Krolopp, Cooper y los demás.

¡Odio el jodido teléfono!

jueves, 8 de abril de 2010

"El clásico" y el Messi "anisótropo"...

Este blog se encontraba aún en pañales cuando escribí una entrada sobre "el clásico" que nació para ser única e irrepetible, pues entonces no pensaba volver a abordar el tema... Pero ha llegado la vuelta de ese "clásico" que, evidentemente, es otro "clásico"... Y no he podido resistir más el bombardeo de estulticia con el que los periodistas deportivos nos inundan a través de la prensa escrita, la radio y la televisión en los días previos a este segundo "clásico"... Antes los periodístas deportivos lo llamaban el "partido del siglo", pero se dieron cuenta de que dos partidos del siglo al año (eso si no se cruzaban en la Copa del Rey o en otra competición) era un pelín excesivo... 

Me gusta mucho el fútbol y, si buenamente puedo, lo veré como un espectador imparcial. No soy ni pro ni anti respecto al Real Madrid o Barça (aunque debo reconocer que el juego del Barça en estas últimas jornadas me gusta bastante más que el del Real Madrid). Lo que sí que me declaro abiertamente es anti-periodistas-deportivos. Su respeto a la objetividad, a la pulcritud en el uso del lenguaje y a la inteligencia de sus lectores u oyentes, brilla por su ausencia. Su capacidad de prostituir cualquier palabra que a ellos les mole, les resulte graciosa o les haga parecer más doctos y leídos, es infinita. Además, basta que uno la use para que todos los demás, en actitud borreguil la apliquen hasta desgastarla...

Pongamos como ejemplo el encuentro de cuartos de final de la Liga de Campeones (los periodistas deportivos la llaman Champions, quizá porque en realidad no saben hablar castellano) del pasado miércoles entre el Barça y el Arsenal. Además de disfrutar del juego de Messi y de sus cuatro increíbles goles, descubrimos que según Sergio Sauca, comentarista del partido, este maravilloso jugador tenía la cualidad de la "isotropía". El mismo comentarista reconoció que el término lo había extraído de un artículo de otro colega (por lo visto tan docto y leído como él) y lo repitió no menos de siete veces...


Como arquitecto y profesor de Física, estoy acostumbrado al uso de este término y de repente se me vinieron a la mente grotescas y sanguinolentas imágenes de un pobre Messi al que se le salían las tripas o le reventaba el cráneo, y lo llenaba todo de sesos esparcidos, al meterlo en una prensa hidráulica... ¡Qué cosa más desagradable!

¡No, no soy un enfermo ni un psicópata!

"Isotropía" es la característica de los cuerpos y los materiales que tienen las mismas propiedades físicas (tales como la densidad, la resistencia mecánica, etc.) independientemente de la dirección en la que me mueva dentro de ellos. Se entiende mejor con un par de ejemplos.

Si meto en una prensa hidráulica un cubo de acero resistirá lo mismo independiente de la manera en la que le aplique la fuerza. Si tomo una muestra de él, me saldrá un cilindro con idéntica densidad a lo largo de toda su longitud.

Si meto un cubo de madera y aplico la fuerza en la dirección de la veta, soportará la carga. Si la aplico de forma perpendicular a ella, no soportará nada y se deformará como un acordeón. Si tomo una muestra la densidad cambiará dependiendo de que encuentre veta o celulosa.

En definitiva, el acero es un material "isótropo" y la madera es un material "anisótropo".

Si metiésemos a Messi de pie dentro de una prensa hidráulica, aguantaría más (antes de romperse la columna) que si lo ponemos tumbado y lo apretamos por el abdomen... En este caso, no resistiría nada y tripas esparcidas y demás serían el resultado. Si tomásemos una muestra de Messi, por ejemplo a través de su cabeza, la densidad iría cambiando según lo que encontrásemos. Primero pelo, luego piel, más al fondo hueso, y al final sesos... ¡Qué escabechina!

Creo que hacer el experimento para comprobar la "isotropía" de Messi sería una salvajada. Así que, si no les importa a los periodistas deportivos, podemos concluir, sin necesidad de mayores pruebas, que Messi es "anisótropo"...

Sin lugar a dudas, también podemos concluir que algunos periodistas deportivos parecen "gilipollas"...

P.S. Foto de la Agencia EFE de Messi celebrando uno de sus goles ante al Arsenal.

domingo, 4 de abril de 2010

El "enterao"...

Sevilla cambia el "chip". Lo que hasta el Sábado Santo era dolor y recogimiento de Semana Santa, se transforma en una fracción de segundo en jolgorio de pre-Feria de Abril...

En el mismo canal de televisión local en el que, hasta ayer mismo, retransmitían el paso de hermandades y cofradías sin parar, esta mañana retransmitían el "pregón taurino" de la Feria 2010...

El mismo locutor que ayer reflexionaba sobre la idiosincrasia de una ciudad "volcada con la pasión y muerte del Señor", comenta en este mismo instante la corrida de toros del Domingo de Resurrección...

El "capillita" que hasta ayer siguió cada uno de los más mínúsculos detalles de todos los cortejos procesionales, se transforma de manera repentina en un "feriante" que ha luchado a muerte por una entrada en la mencionada corrida de toros que abre el abono de Feria y la temporada. Ni siquiera ha tenido que cambiar su vestimenta básica. La misma camisa blanca, corbata, chaqueta azul y pantalones grises del "uniforme de capillita" constituyen el "uniforme de feriante". Solo que ha retirado la insignia dorada de su hermandad de la solapa de la chaqueta. Hasta ayer únicamente escuchaba, a todas horas, marchas procesionales y hoy lleva el mp3 cargadito de sevillanas...

Y todos estos cambios se producen instantáneamente en esta Sevilla de contrastes...

Así de preciosa luce la Giralda estos días

Lo que no cambia desde que la primavera acaricia estas latitudes hasta que finaliza el verano es la presencia en nuestras calles sevillanas de una figura clave que, curiosamente, ni es de Sevilla ni vive en Sevilla. Es el "enterao".

El "enterao" es, normalmente, un madrileño que ejerce de "capitalino" dándose una vuelta por "provincias". Es la segunda o tercera vez que ha cogido el tren de Alta Velocidad, Madrid-Sevilla. En la primera ocasión vino invitado por un amigo sevillano que le enseñó la ciudad y le refirió algunas anécdotas de la misma y de sus fiestas, a las que el "enterao" no prestó excesiva atención porque él sólo pensaba en "tapear" por los bares de Sevilla.

Esta segunda vez, el "enterao" se ha ofrecido de guía turístico a un grupo de amigos, también madrileños, que han pensado que sería buena idea pasar en Sevilla la Semana Santa o aprovechar la fiesta del 2 de mayo en Madrid para pasarse por la Feria de Abril.

El "enterao" recorre ya las calles de Sevilla a la cabeza de su congregación de adeptos, que escuchan con atención y asombro las detalladas explicaciones que ofrece, a voz en grito, sobre Semana Santa, Feria, historia y costumbres de Sevilla... Sin llegar a darse cuenta de que los sevillanos que están a su alrededor no pueden aguantar la risa ante las gilipolleces que está contando o haciendo. Veamos unos ejemplos verídicos...

La calle Sierpes es una de la más famosas de Sevilla y, en Semana Santa, es parte de la llamada "Carrera Oficial", esto es, de paso para todas las hermandades y cofradías. El pasado Jueves Santo, con cientos de miles de personas en el centro de Sevilla, mi primo fue abordado por un "enterao" que, dirigiendo a su nutrido clan a tomar una tapa en una calleja perpendicular a Sierpes, deseaba saber por dónde llegaba antes... Mi primo, que le dijo que "si sabían volar era posible que llegasen", todavía se está partiendo de la risa.

El pasado Viernes Santo, otro "enterao" explicaba a grito limpio a sus discípulos, en mitad del paso de una hermandad de silencio, que el anagrama del escudo de Sevilla ("NO8DO") era una "cosa" que había puesto allí Fernando III o Fernando IV (no se acordaba bien) cuando conquistó la ciudad a los "moros". Los sevillanos circundantes no sabían si conminarle a mantener el silencio ante el paso de la hermandad o gritarle "gilipollas" por la estupidez que acababa de largar... El anagrama es debido a Alfonso X, ya que la ciudad se mantuvo fiel a este rey y no juró obediencia a Sancho IV que, siendo hijo de Alfonso X, le había arrebatado el poder. El anagrama se lee "NO-MADEJA-DO", o lo que es lo mismo, "No me ha dejado".

A partir de ahora llegarán en manada en el tren de Alta Velocidad los "enteraos" de la Feria. Llenan los tendidos de la plaza de toros de La Maestranza y montan unas pitadas y unos numeritos que en esta ciudad nunca se habían visto hasta que llegaron ellos y, según los más "enteraos", nos enseñaron cómo hay que ver los toros...

¡Qué daño ha hecho la Alta Velocidad a Sevilla!

Si venís por aquí de vacaciones, por favor, preguntad a un sevillano... Nunca a un "enterao".

P.S. No tengo nada contra los madrileños. De hecho, parte de mi familia es de Madrid y tengo buenísimos amigos en esa ciudad que me maravilla y me encanta visitar. Me aburren los madrileños que ejercen de "capitalinos" y aparecen por "provincias" mirando a todo el mundo por encima del hombro.

P.P.S. Feliz Pascua de Resurrección a todos.

sábado, 3 de abril de 2010

Viernes Santo...

P.S. Santísimo Cristo de la Expiración, conocido como "El Cachorro", obra de Francisco Antonio Ruiz Gijón, 1682.

jueves, 1 de abril de 2010

Cambio de hora...

El pasado domingo contó solo con veintitrés horas porque en nuestra Unión Europea adelantamos una hora los relojes, como venimos haciendo desde mediada la década de los setenta con el, hoy por hoy, peregrino argumento del ahorro energético.

Esa noche tenía lugar el cansino ritual que se repite cada seis meses de cambiar todos los relojes de la casa que, como ya tienen reloj casi todos los aparatos y electrodomésticos, suman no menos de docena y media... Que si el reloj de muñeca, que si el despertador, que si el del vídeo, que si el de la minicadena, que si el del microondas, que si el del mp3, que si el del móvil, que si el del teléfono inalámbrico...

¡Vaya acumulación de relojes para nada, porque dentro de un par de semanas no marcará ninguno de ellos la misma hora que otro!

Y aburrido del ritual semestral, llegué el lunes a desayunar donde siempre y... ¡Oh, pecado imperdonable! Antonio, el dueño del bar, no había cambiado la hora del reloj que preside el establecimiento.

Uniéndome a la queja general de la clientela congregada, le conminé a ser solidario con los que habíamos cumplido con el ceremonial del cambio de hora y a cejar en su empeño de mantener una actitud tan rebelde.

Ayer miércoles, al llegar a desayunar, no sólo no había depuesto su actitud insolidaria, sino que había optado por mofarse descaradamente de su clientela... No hay más que ver la foto.


Mientras en tono chulesco sentenciaba... "¡Ya os dije que no me daba la gana de cambiar la hora! ¡A ver quién dice ahora que el reloj está mal!"

¡Habrase visto, tamaña desfachatez!