domingo, 29 de noviembre de 2009

"El clásico" y la infinitud

Decía Einstein; "Hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana... Y de lo del universo no estoy seguro". Los periodistas deportivos, por enésima vez, dan la razón a este hombre genial.

Este año, cuando ha llegado el decimoséptimo "partido del siglo", para no repetir lo mismo de siempre, a algún inspirado periodista deportivo se le ha ocurrido llamarle "el clásico". A partir de ahí no ha habido periodista deportivo "serio" que se precie que no haya copiado la estúpida referencia. Prensa escrita, radios, televisiones y noticias en Internet la repiten hasta el absurdo y, en el caso de televisiones y radios, en un tono curioso, como diciendo al espectador y oyente... "¿Qué pasa, que no sabías que desde siempre se le llama así? ¡Pues a ver si te enteras ignorante!"


Los escudos de los contendientes.

Como decía Einstein la estupidez humana es infinita... Es por ello que no se me ocurren calificativos para la del periodista deportivo que en un programa local de radio mezclaba ayer en la misma frase "el clásico", "a grosso modo", "a nivel de", "en base a" y "a día de hoy"... Y se quedó tan ancho y satisfecho.

Se impone un curso acelerado de lengua de ESO para periodistas deportivos y revisar el concepto de infinitud, porque la estupidez humana lo supera por mucho...

sábado, 28 de noviembre de 2009

Simplemente dolor

Otra noche miraba al techo mientras la oscuridad lo rodeaba. Recordaba aquel bote de plástico sin feminidad ni curvas con el que se sentía incapaz de copular, y menos con veinte personas tras la puerta que habían sido testigos de su entrada en ese reducto con su amante en la mano. Recordaba a ese médico de blanco inmaculado con su nombre cosido en verde en la solapa. Recordaba la punzada en el corazón y el vacío en la mente cuando le anunció lo que él había temido tantas noches mirando al techo mientras la oscuridad lo rodeaba. De él no podría salir nadie. Con él se acabaría la historia. Recordaba las lágrimas compartidas picando en sus mejillas, el vacío que machacaba su mente con el “contigo se acabará la historia, contigo se acabará la historia…”

Pero esta vez, desgraciadamente, como tantas otras veces desde entonces, no miraba al techo rememorando su dolor que el tiempo ya había curado. Vivía el dolor por otro ser minúsculo al que no había conocido y al ya nunca conocería ni por la fortuna de cruzárselo en la calle. Y pensaba “¡Qué mala suerte tuviste de nacer del seno de tus asesinos!”.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cartel de fiestas de primavera y otras desdichas...

Pensaba escribir una entrada a propósito de la presentación ayer del cartel de las fiestas de la primavera 2010 de Sevilla... Pero aún no me he recuperado de la impresión al verlo y sigo sin palabras.


Cartel de las fiestas de primavera 2010, perpetrado por Reyes de la Lastra

La mujer con la que comparto los días de mi vida, lejos de quedarse sin palabras, no ha dejado de ejercer de "opinadora" desde que esta mañana se desayunaba con la noticia y la imagen en la prensa escrita, al tiempo que la radio le acercaba los sonidos del evento que se celebró ayer. Así que ante el estado de estupor mental que me ha dejado temporalmente mudo, me ha pedido que le dé la palabra en el blog y transcriba sus impresiones.

"Sin tener absolutamente nada en contra de la duquesa de Alba y respetando al máximo la figura de Juanita Reina; como mujer sevillana; me parece una ofensa que se afirme que ellas nos representan. Creo que ninguna de las dos representa a la mujer moderna, trabajadora, dinámica, independiente... Que sufre como cualquier persona el azote del despido, del paro, de las dificultades para seguir adelante día a día en una ciudad a la que le tocó en el reparto más belleza que a otras... y menos capacidad económica para asegurar el bienestar de sus ciudadanas.
Las fuerzas vivas de la ciudad rugían enfervorizadas ante el magno cartel, que para mí representa una combinación de los más arcaicos topicazos del sevillanismo pijo militante. La arsitócrata que tiene a bien compartir con el pueblo llano el jolgorio y lo trasmite a su prole capillita y cofradiera. La folcórica que se convierte en mito más allá de su muerte para resucitar diez años después como símbolo festivo.
Que pena de mi ciudad que hundida en su catetismo, presuntamente ilustrado pretende avanzar en el siglo XXI. Por favor, que se convoque un concurso de carteles, como en tantos otros lugares, y se elija el que además aporte calidad artística acorde con el tiempo en que vivimos y no una horterada semejante, más acorde con 1910".

(La alegre "opinadora")

lunes, 23 de noviembre de 2009

Aminatou Haidar y otras vergüenzas...

Sigo por la prensa día a día la evolución de esta activista saharaui; considerada por la inmensa mayoría de las fuentes una pacifista a ultranza (no por las fuentes políticas marroquíes, evidentemente); en huelga de hambre y abandonada sin documentación en el aeropuerto de Lanzarote. Me vienen a la mente, junto a ella, las decenas de miles de personas que después de 33 años siguen penando en los campos de refugiados de Tinduf. Sin salida aparente, sin un pronunciamiento contundente de una Comunidad Internacional que en este caso sigue prefiriendo mirar para otro lado, sin un apoyo explícito de los poderes políticos de un país (nuestra España) que fue potencia colonial de los territorios del Sahara Occidental.


Aminatou Haidar en Lanzarote (foto Reuters)

El 16 de octubre de 1975 un anciano dictador iniciaba su agonía final, mientras otro que sustentó su poder sobre la férrea limitación de los Derechos Humanos (como sigue haciendo su hijo) aprovechaba la ocasión para su Marcha Verde de "liberación" de los saharauis del yugo español... para imponer el yugo marroquí. La raquítica y mezquina estructura de un Estado dictatorial que perdía a su "caudillo" y "vigía de occidente" se bajó los pantalones (eso sí, sostenidos con tirantes) y firmó los vergonzosos Acuerdos de Madrid con Marruecos y Mauritania a seis días de que falleciese el dictador.

Acordado el proceso de desconolización con la ONU, España incumplió todo lo pactado con el organismo internacional y abandonó el 26 de febrero de 1976 a más de 155.000 ciudadanos españoles a su suerte. No debemos olvidar que aunque el sentimiento de independencia de los saharauis existía, eran ciudadanos de una colonia española y su país los condenó a huir de su propia tierra bajo la presión de los ejercitos marroquí y mauritano que la ocuparon al día siguiente, y a quedar separados por un muro de más de 2.000 km que parece no avergonzar a nadie.

Me duele que en esta nuestra España, europea y democrática, nadie haya tenido que explicar nunca el por qué de esa vergüenza, ni haya tenido que afrontar consecuencia alguna por ella. Me pesa que ningún gobernante español en 33 años haya reclamado para sus ex-nacionales una solución inmediata, justa y humana. Me horroriza la situación de una mujer como Aminatou Haidar, maltratada como una "patata caliente" por los políticos del país que fue su país, España, que ni la mencionan. Y me horroriza aún más cuando esos mismos políticos se han pasado los últimos días llenándose la boca con que "el deber de todo país es la defensa a ultranza de sus nacionales" y echándose a la cara quién era más capaz de hacerlo ante el felizmente finiquitado caso del Alakrana.

¿Dará alguien explicaciones algún día por esta nueva vergüenza? ¿Celebraremos algún día, aunque sea el primer aniversario, de la caída del muro del Sahara?

domingo, 22 de noviembre de 2009

Ágora y los libre-pensadores...

Después de 20 años de rodar por el mundo de la Historia de la Arquitectura, 17 años de impartir Matemáticas y Física. De haber estudiado y disfrutado de la impresionante e impactante figura de Hipatia... Llegó Amenábar con su Ágora (la acentúo porque es así, no porque él la haya acentuado en los carteles).

Me dirigí emocionado con mi mujer al cine a disfrutar de la película al día siguiente del estreno. La vimos una hora después de lo previsto, en la esquina izquierda de la última fila del cine. ¡Todo por disfrutar!... Y nos aburrimos como hongos.



¡Qué triste ver la figura de una inmensa mujer reducida a una paranóica ajena a la realidad de su tiempo y de su ciudad y preocupada sólo por mirar al cielo!

Y navegué por Internet...

Me encontré con un foro en el que se compartía una "crítica" de la película. Entré porque nada más ver las primeras aportaciones del foro se "veneraba" la valentía de Amenábar por hacer una película en defensa del libre-pensamiento frente a los dogmatismos y las tiranías.

Animado por estas aportaciones, una vez en en foro, me permití dar mi opinión. Para eso soy el alegre "opinador".

Expresé que la ambientación arquitectónica era tan mala que en muchas ocasiones parecía una tarta de bodas. Comenté que manipular la grandísima historia de Hipatia para llegar a algo tan "manido" como el "¡qué malos son los curas!" me parecía un desprecio a una gran mujer. Maticé que Hipatia no había podido plantear ni de lejos las órbitas elípticas cuando en realidad dedicó su vida a perfeccionar el sistema de Ptolomeo, que era geocéntrico, porque ella era neoplatónica. Afirmé que su muerte tuvo mucho más que ver con las disputas políticas en un Imperio Romano decadente que con los extremismos de la fe...

En dos minutos, un foro que parecía ya agotado por el tiempo que había transcurrido desde el estreno, se dinamizó. Me calificaron (literal) de "listillo", "payaso", "buen cristiano" (pretendiendo insultar), "fascista", "retrógrado", "reaccionario", "dogmático", además de "manipulador"... Y yo qué sé que más...

Así que, agradeciendo la lección de respeto al libre-pensamiento, me despedí del foro antes de que algún acérrimo defensor de la libertad de expresión frente a los dogmatismos, me quemase o lapidase, como a Hipatia, llenando mi ordenador de virus y troyanos si conseguía detectar mi IP.

¡Qué bueno es ser apóstol del libre-pensamiento cuando todos piensan como tú! ¡Qué miedo me entró, al ver la reacción de esos defensores de la libertad de expresión!

No os preocupéis. ¡Aleluya Amenábar! ¡Aleluya!