sábado, 19 de diciembre de 2009

Prohibir

En este país todo se arregla con prohibir. Cuanto más se supone que deberíamos avanzar en democracia, más se legisla para prohibir. Ahora le ha tocado el turno a las corridas de toros en Cataluña; donde por cierto sólo hay una plaza activa con dieciséis festejos al año.

Se puede estar a favor de la tauromaquia o en contra. Se puede admirar su estética o repudiarla. Se puede valorar la supuesta tradición o ignorarla... Pero dejen que cada uno piense y haga lo que le dé la gana al respecto.

Es curioso que sean los partidos supuestamente más a la izquierda; los que siempre se han arrogado la defensa a ultranza de la libertad en contra del pensamiento único; quienes se meten en esta vorágine de prohibición.


Lo confieso, lo confieso... ¡Soy de izquierdas y me gustan los toros!

Ustedes sigan discutiendo gilipolleces y prohibiciones de ese pelo. Mi mujer, a la que por lo visto no estaba prohibido despedir después de seis años de impecable trabajo, y en paro desde hace más de uno, y yo mismo, se lo agradeceremos eternamente. ¡Joder qué país!

P.S. Escena de La Tauromaquia, de Goya