jueves, 25 de febrero de 2010

Lo que vale una vida...

Durante el día de hoy no ha dejado de perseguirme una sensación de profundo asco. Ese asco que levanta el estómago, oprime el corazón y amarga el rictus. Ese asco que hace que lo que te lo ha producido dé vueltas en tu cabeza cada dos por tres.

No podía creer lo que estaba leyendo en el periódico. Se me estaban atragantando el té y la tostada. Los ojos se me iban a salir de las órbitas... Un menor había asesinado la noche del lunes a otro menor, en Fuengirola, porque le habían encargado que lo intimidara para reclamarle una deuda de cinco euros. No contento con la primera puñalada, que le había asestado en una pierna, cuando el otro cayó en la huida, lo remató en el suelo con otro certero navajazo en el pecho.

Para completar la noticia, en un lateral de la edición impresa aparecía otra reseña en la que se comentaba que en otra localidad, dos menores de 16 y 17 años habían dejado herido grave en un muslo, también por arma blanca, a un joven que no les quiso dar un cigarrillo.

¿Esto vale una vida? Cinco euros o un cigarrillo

¿Qué demonios está pasando? ¿Qué comunidad "humana" formamos, que hay jóvenes que entienden que matar es una opción válida para solventar sus rencillas?

O no son conscientes de que la vida no es un juego de la Play en el que, después de fulminar al enemigo y tras el rótulo de "Game Over", se vuelve a jugar con más "vidas"... O tienen el más absoluto de los desprecios por la vida de los demás...

¡Qué horror, qué dolor, qué tristeza y qué asco!