Con lo fácil que es moverse en este espacio tridimensional que nos envuelve... ¿Por qué no se nos concedió la misma facilidad para movernos en el tiempo hacia adelante y hacia atrás?
El tiempo que yendo siempre hacia adelante nos consume sin remedio. El tiempo en el que el "si hubiese podido o sabido, hubiese hecho o dejado de hacer" es la quimera más inalcanzable. El tiempo que, combinado con la memoria, nos deja jodidos sin consuelo cuando la segunda se empeña en recordar errores pasados...
Tiempo y memoria que nos convierten en fantasmas vagando por el mundo. Fantasmas que hoy estamos y mañana no estaremos. Presencias transparentes en continuo cambio... Ilusos intentando tocar la Luna...
P.S. La fotografía, que por cierto es una sola toma y sin Photoshop, la tomé en Orozko, Vizcaya, la noche del pasado 24 de abril.