Este blog se encontraba aún en pañales cuando escribí una entrada sobre "el clásico" que nació para ser única e irrepetible, pues entonces no pensaba volver a abordar el tema... Pero ha llegado la vuelta de ese "clásico" que, evidentemente, es otro "clásico"... Y no he podido resistir más el bombardeo de estulticia con el que los periodistas deportivos nos inundan a través de la prensa escrita, la radio y la televisión en los días previos a este segundo "clásico"... Antes los periodístas deportivos lo llamaban el "partido del siglo", pero se dieron cuenta de que dos partidos del siglo al año (eso si no se cruzaban en la Copa del Rey o en otra competición) era un pelín excesivo...
Me gusta mucho el fútbol y, si buenamente puedo, lo veré como un espectador imparcial. No soy ni pro ni anti respecto al Real Madrid o Barça (aunque debo reconocer que el juego del Barça en estas últimas jornadas me gusta bastante más que el del Real Madrid). Lo que sí que me declaro abiertamente es anti-periodistas-deportivos. Su respeto a la objetividad, a la pulcritud en el uso del lenguaje y a la inteligencia de sus lectores u oyentes, brilla por su ausencia. Su capacidad de prostituir cualquier palabra que a ellos les mole, les resulte graciosa o les haga parecer más doctos y leídos, es infinita. Además, basta que uno la use para que todos los demás, en actitud borreguil la apliquen hasta desgastarla...
Pongamos como ejemplo el encuentro de cuartos de final de la Liga de Campeones (los periodistas deportivos la llaman Champions, quizá porque en realidad no saben hablar castellano) del pasado miércoles entre el Barça y el Arsenal. Además de disfrutar del juego de Messi y de sus cuatro increíbles goles, descubrimos que según Sergio Sauca, comentarista del partido, este maravilloso jugador tenía la cualidad de la "isotropía". El mismo comentarista reconoció que el término lo había extraído de un artículo de otro colega (por lo visto tan docto y leído como él) y lo repitió no menos de siete veces...
Como arquitecto y profesor de Física, estoy acostumbrado al uso de este término y de repente se me vinieron a la mente grotescas y sanguinolentas imágenes de un pobre Messi al que se le salían las tripas o le reventaba el cráneo, y lo llenaba todo de sesos esparcidos, al meterlo en una prensa hidráulica... ¡Qué cosa más desagradable!
¡No, no soy un enfermo ni un psicópata!
"Isotropía" es la característica de los cuerpos y los materiales que tienen las mismas propiedades físicas (tales como la densidad, la resistencia mecánica, etc.) independientemente de la dirección en la que me mueva dentro de ellos. Se entiende mejor con un par de ejemplos.
Si meto en una prensa hidráulica un cubo de acero resistirá lo mismo independiente de la manera en la que le aplique la fuerza. Si tomo una muestra de él, me saldrá un cilindro con idéntica densidad a lo largo de toda su longitud.
Si meto un cubo de madera y aplico la fuerza en la dirección de la veta, soportará la carga. Si la aplico de forma perpendicular a ella, no soportará nada y se deformará como un acordeón. Si tomo una muestra la densidad cambiará dependiendo de que encuentre veta o celulosa.
En definitiva, el acero es un material "isótropo" y la madera es un material "anisótropo".
Si metiésemos a Messi de pie dentro de una prensa hidráulica, aguantaría más (antes de romperse la columna) que si lo ponemos tumbado y lo apretamos por el abdomen... En este caso, no resistiría nada y tripas esparcidas y demás serían el resultado. Si tomásemos una muestra de Messi, por ejemplo a través de su cabeza, la densidad iría cambiando según lo que encontrásemos. Primero pelo, luego piel, más al fondo hueso, y al final sesos... ¡Qué escabechina!
Creo que hacer el experimento para comprobar la "isotropía" de Messi sería una salvajada. Así que, si no les importa a los periodistas deportivos, podemos concluir, sin necesidad de mayores pruebas, que Messi es "anisótropo"...
Sin lugar a dudas, también podemos concluir que algunos periodistas deportivos parecen "gilipollas"...
P.S. Foto de la Agencia EFE de Messi celebrando uno de sus goles ante al Arsenal.