Tras varias semanas de inactividad bloguera debida a colapsos informáticos, laborales, mentales y anímicos, retorno a la blogsfera con nuevos bríos... Y a lomos de un MacBook Pro 15" que va como un tiro y que, por ahora, responde a la tranquilidad informática que "promete" su precio.
He echado mucho de menos desfogar mi creatividad y pensamiento en este rincón virtual de comunicación. He añorado la lectura, algunos días rápida y otros pausada, de vuestros respectivos blogs.
En estos días me ha quemado en los dedos la necesidad de escribir sobre los "prohombres" que dirigen nuestros destinos (desde gobierno y oposición) con una miopía tan extrema que uno llega a la rápida conclusión de que nosotros; la ciudadanía a la que dicen servir; y nuestro país; esta España con cuyo nombre tanto se llenan la boca; les importamos un mismísimo carajo.
A uno solo le importa seguir en el gobierno como sea para cumplir una mesiánica visión que ya nadie comparte, salvo su Pajín particular. Al otro solo le interesa decir que no a todo para ver si de rebote alcanza el puesto de presidente del gobierno. Un puesto en el que, en una sociedad normal, una persona tan gris, tan falta de luces y tan pusilánime no se atrevería ni a soñar... Eso sí, este segundo lleva de avales a su Soraya y su Cospedal (perdón, "de Cospedal", que para eso se cambió el apellido cuando accedió a su cargo en el PP).
Ya escribí sobre estas reflexiones en una entrada anterior, pero es que me tienen hasta el gorro y sentía la urgencia de volverlo a hacer. Como decía en esa entrada anterior, esto es una "mediocrecracia".
Respecto a "brotes verdes", seguro que os gusta más el que recojo en la foto. Es de un ricino, que he plantado en un tiesto en la ventana de mi despachito, a punto de salir de la tierra... Todo un renacer y una nueva promesa de vida.