jueves, 12 de enero de 2012

¡Que ya quisieran los alemanes...!

Cuenta la leyenda que cuando a finales de 1972 el Ministro de la Vivienda de entonces presentó a Franco las Normas Tecnológicas de Edificación que se habían redactado para modernizar la construcción en nuestro país; actividad en la que se seguían empleando técnicas medievales y en la que la máxima protección de cualquier obrero era el pañuelo con los cabos anudados en la cabeza; le dijo:

"¡Excelencia, tenemos una Normas de Edificación que ya quisieran los alemanes...!"

En buena parte era cierto porque aquellas Normas Tecnológicas de Edificación (NTE) españolas habían nacido de fusilar las normas DIN alemanas. Eran tan buenas y avanzadas que aún hoy los arquitectos e ingenieros seguimos consultándolas, y tan alejadas de la realidad del momento de su publicación (23 de diciembre de 1972) que nunca fueron de obligado cumplimiento, sino "meramente orientativas"...

Y llega 2012 y nos vemos en las mismas. Sin ir más lejos, tenemos una red de aeropuertos en España... ¡Que ya quisieran los alemanes!

Al menos eso parecen seguir pensando la caterva de megalómanos y descerebrados que la han concebido y construido con nuestro dinero.

Ya quisieran los alemanes; que tan solo cuentan con veinticuatro aeropuertos en todo su territorio; disfrutar de los cincuenta y cinco que tenemos en España (más que capitales de provincia), y ser un país tan rico que puede permitirse el lujo de mantener tres aeropuertos sin aviones (Badajoz, Ciudad Real y Castellón) "para que las familias disfruten de pasear por las pistas"; según el ínclito promotor del último de los mencionados.

Ya quisieran los alemanes; que viven obsesionados porque cada uno de sus escasos aeropuertos consiga un tráfico medio de entre 1,5 y 2 millones de pasajeros anuales por cuestiones de rentabilidad; poderse dar el gustazo de mantener abierto y operativo un aeropuerto como el de Huesca por el que en sus cuatro años de historia han pasado una media de ocho pasajeros diarios (2.920 anuales), por el que en todo el mes de noviembre pasado transitaron cuatro pasajeros, después de que en octubre no lo hubiese hecho ninguno.

Ya quisieran los alemanes tener una Justicia tan bondadosa como la nuestra, en la que los animadores, promotores y ejecutores de esa red de infraestructuras aeroportuarias siguen en la calle sin imputación alguna en vez de haber ido derechitos a la cárcel después de haber respondido con todo su patrimonio personal; aunque solo alcanzase para cubrir una mínima parte; por el despilfarro atroz de miles de millones de euros de todos nosotros.



En este país somos así... ¡Ya quisieran los alemanes!... ¿O no?

¡Joder qué país!


P.S. De los cincuenta y cinco aeropuertos españoles; tres no tienen aviones ni visos de que lleguen, nueve son absolutamente ruinosos y solo once presentan balances económicos positivos.

P.S.S. Y ojo con la red de AVE que va por el mismo camino...