"Somos madres, mantenemos nuestra casa limpia y pura, como todos, trabajamos sin desdén, no hay duda alguna, choferesas, enfermeras, cocineras y modistas, pedagogas, cantantes y hasta artistas, cuentacuentos, albañil y economista. Somos madres. Alguna cana en nuestra sien se nos asoma y lloramos cuando hijo ya mayor nos abandona, nos engaña recibir alguna flor y un achuchón, pero más nos gusta un bolso de Vuitton, sin hacer más comentarios. Somos madres, somos madres, somos madres".
Escuchando lo que antecede, que no sé ni cómo calificar, me parecía estar sufriendo una regresión al tardo-franquismo más rancio... Pero las intérpretes no eran miembros de la Sección Femenina de la Falange entonando orgullosas un himno de batalla en un acto de exaltación del régimen... ¿O sí?
Eran un coro de madres animando un mitin del PP de Valencia en la campaña electoral que acabamos de vivir. Y los dirigentes de ese partido que asistían al acto estaban encantados de la vida con sonrisas de oreja a oreja.
Invito a hacer un análisis pausado de la letra... Y luego, a preocuparse profundamente por el modelo de mujer que nos propone el partido político que ha ganado las elecciones de ayer con tan amplia mayoría absoluta.
Menos mal que lo que ha animado y sigue animando el corazón y la vida de mi madre es el AMOR y no un bolso de Vuitton.
Menos mal que lo que ha animado y sigue animando el corazón y la vida de mi madre es el AMOR y no un bolso de Vuitton.